Las Denuncias De Los Internautas Permiten A La Policía Destapar Delitos En La Red

En el océano de Internet, los usuarios llegan a convertirse en una especie de ciberpolicías. Se conectan, navegan, rastrean la Red y, a veces, encuentran lo que no iban buscando. Cuando denuncian lo que han visto, ponen en las manos de la Policía (la de verdad) el hilo de una enmarañada madeja que aún hay que desentrañar. Los internautas se han destapado como una de las principales -si no la mayor- fuente información de los Cuerpos de Seguridad para investigar los delitos informáticos. La policía recibe más de 7.000 llamadas de usuarios todos los rincones de país que han encontrado, por ejemplo, pornografía infantil en Internet.


En Málaga, las denuncias sobre delincuencia telemática que hacen los internautas se cifran en cientos, 'quizá lleguen al millar', según estiman los investigadores del Grupo contra los Delitos Tecnológicos recientemente creado en la Comisaría Provincial ante la proliferación de estos casos. El motivo: 'El ciberdelincuente, hoy más que nunca, puede esconderse en cualquier parte', apostillan.


Hasta hace un año, todo este caudal de información de los usuarios malagueños se canalizaba hacia la Brigada de Investigación Tecnológica, radicada en Madrid, aunque sus agentes se mueven por toda España y por el extranjero. Sin embargo, con la creación de este grupo, 'la policía de Málaga tiene más operatividad para emprender este tipo de investigaciones', dicen.


Los resultados no han tardado en llegar. Febrero de 2007. Dos usuarios formularon sendas denuncias en la comisaría de Marbella advirtiendo de que habían encontrado material pedófilo en una web. Finales de Octubre. Los investigadores (de Málaga) culminan la 'operación Moscow', con diez detenidos en distintas ciudades españolas.


En este año, los agentes del Grupo contra los Delitos Tecnológicos de Málaga han recibido una treintena de alertas, como las que dieron origen a la 'operación Moscow'. 'La colaboración de los internautas es importantísima', reconoce el inspector jefe Enrique Rodríguez, responsable de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), radicada en Madrid. 'El mundo de Internet -prosigue- es tan grande que no podríamos abarcarlo sin su ayuda'.


Los usuarios, asegura, son una de las tres principales vías -asociaciones de víctimas y rastreo de los agentes son las otras dos- por las que llega información sobre ciberdelincuencia a la policía. 'A veces recibimos los avisos de forma anónima, aunque a la mayoría no le importa dar su nombre y apellidos', cuenta.


El jefe de la BIT explica que a muchos internautas les mueve el temor a que los acusen de posesión de pornografía infantil que, tras la reforma del Código Penal, está considerada delito. 'Algunos dicen: 'Yo sólo he abierto la página y me he encontrado con eso, pero no he visto nada'', comenta Rodríguez. 'Se muestran temerosos, pero deben saber que, para que se les acuse, tiene que haber un contexto, como es la tenencia de varios gigas en imágenes'.


Para hacerse una idea de la utilidad de la colaboración ciudadana, la Dirección General de la Policía expone: 'Fruto de las operaciones desarrolladas por la BIT, muchas de ellas gracias a las más de 7.000 llamadas que se reciben anualmente denunciando estos hechos, se ha intervenido una ingente cantidad de material pornográfico: más de 30.000 gigas, es decir, más de 30 millones de megas'. Sólo en un megabite se pueden almacenar hasta 10 imágenes de alta calidad.


Pero esta colaboración no sólo surte efecto en la investigación de las redes de pederastia. También en el otro 50 por ciento de su trabajo, indica el responsable de la brigada. 'Fraude, 'phishing' (captar las claves bancarias por Internet), piratería de señales de televisión, intrusismo en ordenadores, ataques informáticos y las venganzas en Red, a las que denominamos 'ruidos y molestias en el vecindario'', comenta.


Un portavoz policial afirma que en Málaga se reciben 'constantes' comunicaciones de los internautas sobre estos otros delitos telemáticos, sobre todo del 'phishing'. El resto es buscar. El día a día de los investigadores de Delitos Tecnológicos es rastrear la Red. Hasta encontrar el delito.


FUENTE: Terra Actualidad